Artrosis de rodilla
Artrosis de rodilla / gonartrosis / desgaste de la articulación de la rodilla

La artrosis de rodilla es una forma común de osteoartrosis. Se conoce comúnmente como artrosis de rodilla y los especialistas también la denominan gonartrosis.

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La osteoartrosis de rodilla afecta principalmente a personas mayores de cincuenta años.

Descripción de la afección

Una fina capa de cartílago recubre todas las superficies articulares. Actúa como un amortiguador y garantiza un deslizamiento óptimo de cada uno de los componentes óseos de la articulación. La osteoartrosis se asocia a un deterioro de la calidad del cartílago. Esto hace que la articulación se mueva con menos suavidad y que los golpes no se absorban con la misma eficacia. La pérdida de cartílago puede provocar síntomas crónicos en la rodilla.

A medida que desaparece el cartílago, se puede producir contacto hueso-hueso en la articulación. Esto es doloroso y reduce la movilidad de la articulación. El cuerpo responde formando osteofitos. Esto significa que se producen crecimientos óseos anormales a lo largo de los bordes de la articulación. Esta es la respuesta reparadora del organismo frente a los efectos de la osteoartrosis. Al ensanchar la articulación, la presión se distribuye sobre una superficie mayor.

Causa y origen

El paciente suele tener más de 50 años. Los síntomas se desarrollan gradualmente como resultado del envejecimiento y el desgaste. La calidad del cartílago disminuye con la edad y se produce desgaste. Se trata de un proceso natural. Casi todas las personas mayores de 75 años padecen artrosis en una o más articulaciones.

La artrosis de rodilla también puede aparecer a una edad más temprana. Por ejemplo, el cartílago puede dañarse en un accidente. Los síntomas también pueden desarrollarse como resultado de anomalías dentro de la articulación. Las lesiones del menisco, los ligamentos cruzados o una posición anormal de la pierna pueden provocar artrosis, ya que el cartílago puede estar distendido durante un periodo prolongado.

Signos y síntomas

Las personas con osteoartrosis de rodilla suelen experimentar dolor y rigidez en la articulación de la rodilla.

Los síntomas típicos son:

  • Dolor en la rodilla, sobre todo al moverse.
  • Rigidez matutina. Esto significa que los síntomas aparecen principalmente por la mañana o tras un largo periodo de inactividad. La persona necesita "ponerse en marcha" antes de que los síntomas disminuyan.
  • Crepitaciones (un sonido o sensación de crujido en la rodilla al moverse).
  • Hinchazón.
  • Ensanchamiento de la articulación de la rodilla.
  • Disminución de la movilidad de la rodilla. En particular, al flexionar la rodilla (agacharse).
  • Síntomas de bloqueo (la articulación se bloquea repentinamente al moverse).


No todos los síntomas están presentes todo el tiempo y las personas pueden experimentar periodos con muchos o pocos síntomas. Toda la articulación suele estar sensible/dolorida. La parte afectada de la rodilla puede experimentar más dolor.

Diagnóstico

Una radiografía puede mostrar si el espacio articular se ha estrechado. También se podrá determinar si hay una formación de osteofitos. Solo se harán radiografías si la exploración física no aporta certeza sobre el diagnóstico, o si el resultado de la radiografía será determinante a la hora de establecer el tratamiento.

Tratamiento

El desgaste del cartílago es irreversible. Una vez que se ha ido, se ha ido. Es posible mantener el cartílago lo más sano posible realizando ejercicio suave de forma periódica. Plantéese caminar o hacer bicicleta. A continuación explicaremos por qué es importante mantenerse en movimiento.

El cartílago actúa como una esponja. Cuando se coloca peso sobre él, se comprime y se eliminan los productos de desecho. Cuando se libera la presión, el cartílago absorbe nutrientes. El efecto esponja garantiza un entorno ideal para el cartílago. Esto explica por qué el reposo absoluto es perjudicial para el cartílago; no se aprovecha el efecto esponja, lo que reduce la circulación de productos de desecho y nutrientes.

Es posible crear un programa de ejercicios para la rodilla, bajo la supervisión de un fisioterapeuta, para combatir los efectos de la osteoartrosis. Además, pueden aplicarse diversas técnicas para mantener la rodilla lo más móvil y sin dolor posible.

Si un tratamiento conservador no ayuda en la mejoría, se puede plantear la cirugía. Existe la posibilidad de varios procedimientos. En caso de síntomas graves y crecientes, puede realizarse una sustitución de rodilla (prótesis de rodilla). Los cirujanos son reacios a las prótesis articulares en pacientes menores de 50 años ya que entonces existe un mayor riesgo de una segunda prótesis de rodilla más adelante.

Ejercicios

Con la osteoartrosis de rodilla es esencial seguir moviéndose, pero con cuidado. Eche un vistazo aquí al programa de ejercicios en línea con ejercicios para la osteoartrosis de rodilla.


Puede comprobar sus síntomas mediante el reconocimiento fisioterapéutico en línea o pedir cita en una consulta de fisioterapia de su zona.

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Referencias
Nugteren, K. van & Winkel, D. (2009). Onderzoek en behandeling van artrose en artritis. Houten: Bohn Stafleu van Loghum.
Nugteren, K. van & Winkel, D. (2007). Onderzoek en behandeling van de heup. Houten: Bohn Stafleu van Loghum.
Verhaar, J.A.N. & Linden, A.J. van der (2005). Orthopedie. Houten: Bohn Stafleu van Loghum.

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